¿Recuerdas cuando una Coca-Cola era solo una bebida fría y refrescante en una tarde calurosa?
Bueno… ya no es solo eso. Hoy, abrir una Coca-Cola también puede abrirte la puerta a una experiencia digital, personalizada y, sí, completamente mágica.
Todo comienza con un escaneo. Ya no basta con tener la botella en la mano; ahora puedes conectarte a un universo digital con solo un QR. Desde ahí, Coca-Cola te invita a personalizar videos, diseñar etiquetas con tu nombre, compartir momentos o incluso participar en concursos creativos sin salir de tu teléfono. Es como si la bebida te hablara directamente, como si supiera que tú no solo quieres consumir, sino participar.
Y si te preguntas cómo logran tanto, la respuesta es clara: inteligencia artificial. Coca-Cola está jugando en serio con la IA, usándola no solo para campañas visuales sorprendentes como Create Real Magic, sino también para entender cómo piensas, qué te gusta, cómo hablas y qué tipo de contenido te mueve. Sus campañas ya no son masivas y genéricas: son tuyas, o al menos, lo parecen.
Pero aquí viene lo más importante: Coca-Cola no se subió al tren digital solo para estar a la moda. Lo hizo porque entendió algo esencial: las nuevas generaciones — especialmente la Gen Z — no quieren marcas que solo vendan. Quieren marcas que escuchen, que conversen, que conecten desde lo real.
Por eso sus jingles ahora usan tu lenguaje. Por eso lanzan desafíos en TikTok. Por eso sus mensajes aparecen en festivales, conciertos y apps de delivery. Porque saben que hoy la conexión ocurre en pantallas y en las calles. En el feed y en la cena familiar. En el bit y en la botella.
No comments:
Post a Comment